Alexandria ha vivido entre mortales durante tres años, fingiendo ser como ellos e intentando olvidar el deber para el que le han entrenado como hija de un mortal y un semidios. A los diecisiete, ha aceptado que es un monstruo según el criterio de los mortales… y que jamás estará preparada para cumplir con ese deber.
De acuerdo con su madre, eso es algo bueno.
Pero como todo descendiente de dioses sabe, el destino tiene el don de asomar su fea cabeza. Un espeluznante ataque obliga a Alex a huir a Miami y a intentar descubrir la forma de regresar al mismo lugar al que su madre le advirtió que no debía regresar jamás: la Alianza. Cada paso que le acerca más a la seguridad es un paso más hacia la muerte… porque está siendo perseguida por las criaturas a las que le entrenaron para matar.
Los daimons la han encontrado.
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